La gestión de riesgos operacional ha adquirido relevancia en
los últimos años debido a los eventos ocurridos en diferentes modalidades y el
impacto que ha generado en las empresas afectadas. Cualquier organización está
expuesta a riesgos, y va madurando por cada etapa en la administración de dicho
riesgo.
Pero antes, definamos qué es el Riesgo Operacional y la
gestión de este riesgo. Se dice que el Riesgo Operacional es el riesgo de
pérdidas resultantes de los errores en los procesos internos, de la actuación
del personal o de los sistemas o en su defecto, eventos externos. En ese sentido, se entiende por gestión del
riesgo operacional a la identificación, evaluación, seguimiento, control y mitigación
de este riesgo aplicable a todas las actividades de la organización.
Una empresa llega a alcanzar la madurez en la gestión de
riesgo operacional, en la medida que se aplique o implemente la infraestructura
para la administración del riesgo, gestiones los riesgos operacionales y
cuantifique las pérdidas del mismo.
En primer lugar, una empresa refleja su primera madurez
cuando en la gestión de riesgos operacional, cuenta con una infraestructura adecuada, es decir que
abarca una estructura organizativa, descripción de funciones, políticas y
procedimientos.
En la segunda etapa, gestión de riesgo operacional, su
aplicación consiste en identificarlos, valorarlos, determinar las estrategias
de gestión, comunicarlos y monitorearlos. Es vital que la organización identifique
los riesgos operacionales tanto internos como externos, a fin de mitigarlos a través
de un proceso de identificación de los riesgos. Acto seguido la empresa deberá
realizar un análisis de valoración de los riesgos operacionales que permita
direccionar de forma correcta y efectiva los recursos para la gestión de
riesgos y definir las estrategias. Y
finalmente desarrollar el proceso de comunicación del estado de gestión
de los riesgos operacionales.
A una organización se le puede considerar el grado de
madurez en la gestión de riesgos operacionales, cuando haya asignado dentro de
sus actividades la medición o
cuantificación de las pérdidas operacionales. En base a una adecuada base
de datos de pérdidas operacionales y la aplicación de un método de
cuantificación. Ello le permitirá
conocer la pérdida esperada y el capital económico por riesgo operacional.
El paso por las etapas establecidas, con el tiempo permitirá
a la empresa adquirir mayor madurez en cuanto en la gestión de riesgos operacionales,
he ahí donde radica su importancia. De esta manera fortalece a la empresa ante
eventos adversos del día a día. Al gestionar estos riesgos, la incidencia de
pérdidas operacionales disminuirá.
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